Los neuromoduladores (comúnmente conocidos como “botox” o toxina botulínica) bloquean las señales nerviosas musculares, causando que el músculo no puede contraerse y de esa forma logrando que no se formen arrugas o líneas de expresión en las áreas inyectadas.

Áreas donde comúnmente se inyectan los neuromoduladores son: frente, entrecejo y “patas de gallina”, aunque se puede inyectar en otras áreas.

La duración del tratamiento con neuromoduladores varía en cada paciente; en promedio suele durar 3-6 meses. Trabajamos distintas marcas de neuromoduladores, todas aprobadas por la FDA.

Existen distintos rellenos dérmicos en el mercado y se escogen de acuerdo al resultado que deseemos lograr. El más utilizado en la medicina estética es el relleno de ácido hialurónico, que es un inyectable en forma de gel y viene en distintas densidades. Podemos utilizarlo para aumentar el volumen en áreas donde se ha perdido debido al proceso del envejecimiento, para hidratar, definir ciertas áreas, entre otros.

Ejemplos de áreas donde podría inyectarse son: área de las ojeras, labios, pómulos, mentón, nariz, entre otras.

Es un tratamiento muy seguro y se realiza en minutos. Los resultados se ven inmediatamente y su duración promedio es de 1 año (siempre varía en cada paciente).

El tratamiento con hilos tensores es uno de los más utilizados para rejuvenecimiento, ya que al colocarlos logramos un efecto “lifting”, reposicionando el tejido caído y mejorando así la flacidez. Además, se estimula la producción de colágeno y elastina, lo que contribuye a una mejor apariencia y textura de la piel. Es un tratamiento ideal para los pacientes que no desean una cirugía. Siempre es necesaria la evaluación para determinar si un paciente es candidato a este tratamiento; suelen serlo aquellos con tejido laxo de leve a moderado.

Los hilos tensores están hechos de polidioxanona (PDO), un material biocompatible y que el cuerpo reabsorbe de forma natural. Es un tratamiento mínimamente invasivo que se realiza con anestesia local en la clínica, usualmente en menos de una hora y no requiere tiempo de recuperación.

Luego del tratamiento, el área donde se colocaron los hilos puede inflamarse y en algunos pacientes hay una ligera molestia durante unos días. Suelen aparecer hematomas que usualmente desaparecen entre una y dos semanas.

La duración promedio de los resultados es de 1 año, aunque ello siempre varía en cada paciente.

Con el paso de los años, la producción de colágeno en nuestro cuerpo disminuye y esto causa que se pierda elasticidad y que la piel se vea flácida. Con la ayuda de los bioestimuladores podemos lograr que nuestro cuerpo produzca colágeno y ello resulte en una recuperación de la firmeza perdida a lo largo de los años y una mejora en la calidad de la piel.

Algunos de los bioestimuladores más utilizados son Sculptra (ácido poliláctico) y Radiesse (hidroxiapatita cálcica). Usualmente se requieren varias sesiones, aproximadamente cada 3 semanas.

El cambio que producen los bioestimuladores no es instantáneo, lo vamos notando con el paso de las semanas mientras se produce el colágeno y podríamos ver los resultados hasta por 2 años.